sábado, 12 de septiembre de 2009

El pianista de jazz/ y 3

Pero una noche no llegó, él tocaba sin dejar de mirar hacia la puerta, no
lograba concentrarse en la música, en su jazz, ni siquiera "Misty", ni
"Round midnight" lograron que su pensamiento se apartara de ella
¿por que no ha venido?.

Dejó pasar varios días y decidió acercarse hasta su casa, tocó pero no
hubo respuesta, siguió insistiendo con fuerza, nada. Probó en el aparta-
mento de al lado, perdón, pregunto por Helena, soy un amigo, hace dias
que no se de ella y estoy preocupado, tal vez usted pueda ayudarme.

¿Eres el pianista de jazz? sí, sí, tengo algo para ti. Le entregó un sobre,
me dijo que te lo diera, que vendrías, que preguntarías por ella y que te
lo entregara. ¿Pero.... y Helena, donde está? murió hace menos de una
semana, demasiadas píldoras, una mezcla explosiva, la policía, la ambu-
lancia, no se pudo hacer nada, lo siento.

Volvió al bar, con su público, perdedores, frustrados, borrachos, pidió
un negroni, su bebida. Bebió un sorbo, lo colocó encima del piano y apoyó
el sobre en el vaso, tocó su canción sin dejar de mirar aquel papel que solo
ponía: El pianista de jazz, ni siquiera recordaba su nombre, tal vez nunca
se lo preguntó, quizás no se lo dijo. Terminó la pieza, apuró el vaso hasta
el final, abrió la carta, un papel blanco doblado a la mitad, con olor a su
perfume, lo desplegó, solo dos palabras: Amigo, gracias...

Pidió otro negroni, guardó la carta y salió, necesitaba respirar, alli dentro
se ahogaba, el aire era helado pero no importaba, iba paseando, dando
pequeños sorbos a su bebida, llegó al puente, miró al río, con sus negras,
gélidas pero apacibles aguas que tarareaban "In a sentimental mood",
su canción, sacó la carta, leyó de nuevo aquellas dos palabras, olió su
perfume, cerró los ojos y dejó que el río le acogiera en un abrazo
frío, eterno.......

M.A.

viernes, 11 de septiembre de 2009

El pianista de jazz/ 2

¿Podrías tocar "In a sentimental mood"? levantó la vista y la vió, con su
vaso de negroni en la mano, bebiéndolo a pequeños sorbos como si temie-
ra que se le acabase. Terminó "On Green Dolphin Street" y tocó lo que ella
le había pedido. A cada nota, las lágrimas caían por aquel rostro que nada
decía. Él la miraba de reojo, sin atreverse a preguntar por que lloraba.

Al terminar la canción, ella le sonrió, le dio las gracias y volvió a la barra,
allí la veía sentada durante horas, hasta que el efecto de los negroni
hacía que apoyara su cabeza y se quedara dormida.

¡Despierte! es hora de cerrar, le gritó el dueño del bar mientras le sacudía
por el hombro. Ella le miró e intentó levantarse, tarea bastante difícil
porque el alcohol aún permanecía en su cabeza y en sus piernas, pero
cogía su bolso, levantaba la cara y dando tumbos se dirigía a la salida.

Allí, por fuera del bar, casi en la calle, seguía cuando el pianista la vio.
¿Espera por alguién? ¿le busco un taxi?, no, no, voy caminando a casa,
me gusta pasear. El se despidió y siguió andando, de vez en cuanto giraba
la cabeza y veía que ella estaba en el mismo sitio, por lo que volvió sobre
sus pasos, ¿sabe como llegar a su casa? ¿quiere que le acompañe?.

Y así dio comienzo un favor que se convirtió en costumbre, cada noche
igual, caminar en silencio, nada que hablar, nada que preguntar. Dos per-
sonas que hacían un mismo recorrido sin querer saber que sería de sus
vidas, sin pensar en el mañana.

Atravesaban el puente, donde ella siempre se paraba unos minutos a con-
templar el río. Me llamo Helena, le dijo una noche mientras apoyaba los
brazos en la baranda y miraba aquella agua tan oscura, me gustan los ríos,
me llevan a mi niñez, me dan paz.

La dejaba en la casa, esperaba pacientemente que entrara, buenas no-
ches......, buenas noches....

Su vida se había convertido en un ritual, tocar, dedicarle su canción,
ayudarle a salir del bar, parar en el puente, acompañarla a casa, cada día
igual, sin atreverse a preguntarle nada porque sabía que ella nada le diría.

Pero una noche no llegó, él tocaba sin dejar de mirar hacia .......................

(Continuará mañana...)

M.A.

jueves, 10 de septiembre de 2009

El pianista de jazz

Creció a la sombra de los grandes del jazz, Oscar Peterson, Bill Evans.
Le dormían meciéndole con la música de Count Basie o Kenny Barron,
asi que el jazz era su mundo desde que nació.

Cuando su madre comprendió la pasión que el niño sentía por la música
decidió que tomara clases de piano. Representaría un gran sacrificio por-
que el dinero escaseaba en esa casa, pero trabajaría más si fuese necesa-
rio y así lo hizo. Más casas que limpiar, más horas dejándose la piel entre
cubos de lejía y detergente, pero no le importaba, su hijo era su vida.

El padre se opuso desde el principio, aquello era una pérdida de tiempo y
dinero, tocar el piano no era un trabajo. Quería que trabajara en la misma
fábrica que su familia, ese sí era un trabajo digno, de hombres.

Pero ella no escuchaba, solo veía con orgullo aquellas manitas que se
deslizaban por las teclas blancas y negras de aquel piano tan grande.
Debían atravesar media ciudad para ir a clase, dos autobuses de ida y dos
de vuelta, estaba agotada, pero nada importaba, su hijo era feliz y ella también.

Años de aprendizaje, horas y horas de prácticas, partituras que ya se sa-
bía de memoria y sus escapadas al jazz que era lo que mas le gustaba.
Tocar como Lionel Hampton, Duke Ellington era todo cuanto deseaba. No
tengo nada más que enseñarte, le dijo su profesor, ahora te toca vivir de la
música y no olvides nunca disfrutar con cada nota que toques, siéntela, vívela.

Pero vivir de la música era difícil, se presentó a todas las audiciones, in-
tentó entrar en orquestas, bandas, grupos, pero la competencia era feroz.
Lo has hecho muy bien, ya te llamaremos, era la frase que él y tantos otros
oían casi a diario. Tenía que practicar y en casa no había piano, así que
aceptó un trabajo nocturno en un bar de escasa reputación.

Comenzaba su actuación recordando a George Gershwin y su Rhapsody
in blue. De vez en cuando levantaba la vista del teclado y veía a su público,
gente que apenas hablaba, de miradas perdidas, sin otra ilusión que ir a
aquel barucho al terminar la jornada para evadirse entre humo, alcohol y
jazz, ese era su público.

¿Podrías tocar In a sentimental mood? levantó la vista y la vió..................

(Continuará mañana...)

M.A.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Los más guapos

Ayer, mis amigas y yo no nos poníamos de acuerdo en
quienes son los actores más guapos del cine de habla
inglesa. Pero al final logramos elaborar una lista que
creo no está nada mal. Aqui van los primeros veinte,
faltan muchos por supuesto y probablemente algunas
de estas películas no hayan sido sus mejores interpre-
taciones, pero estaban muy atractivos en ellas.

Brad Pitt, en Leyendas de Pasión y en Troya.
Kevin Costner,
en Bailando con Lobos.
Hugh Jackman,
en Australia.
Clive Owen,
en El rey Arturo.
Orlando Bloom,
en El reino de los cielos.
Eric Bana,
en Troya.
Rusell Crowe,
en Gladiator.
Harrison Ford, en La guerra de las galaxias.
Mel Gibson,
en Rebelión a bordo.
Richard Gere,
en Pretty woman y Primer Caballero.
Colin Farrel,
en Ultima llamada.
Tom Cruise,
en Rain man y Minority Report.
Pierce Brosnam,
en sus James Bond.
Jhonny Deep,
en Chocolate y Piratas....
Keanu Reeves, en Matrix.
Denzel Washington,
en Dias de Gloria.
Jude Law,
en Alfie.
Leonardo di Caprio,
en Eclipse total.
Jonathan Rhys-Meyers,
en Los Tudor.
Matthew McConaughey,
en Novia por contrato.

E
spero que esten de acuerdo con nosotras y si falta
alguno que seguro faltará, no duden en decirlo......

M.A.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Vida de ilegalidad/ y 2

No quería hacer comparaciones con su pareja, pero era algo inevitable.
Había olvidado cuando fué la última vez que su marido le dijo lo guapa
que era y en cambio él se lo decía a menudo. Cuidaba todos los de-
talles que sabía a ella le gustaban. Felicitaciones por el dia de los ena-
morados, por su cumpleaños, su santo, aniversario de su primer en-
cuentro amoroso. Todas esas cosas que su marido ya nunca recorda-
ba y que ella aburrida había dejado de recriminarle.

Se quedó pensando en lo rápido que pasaba el tiempo, tres años ya.
Tres años de felicidad ilegal, pero felicidad, años de mirar siempre a
todos lados, de procurar ir donde nadie los conociera, de revisar que
no quedara mensajes en el movil, de excusas para salir, de mentiras
para justificar los regalos que él le hacía.

Se sentía culpable, pero le quería. Él era lo que siempre había soñado,
un hombre atento, cariñoso, pendiente de ella, de hacerla feliz. Nunca
hablaban de sus parejas, ni tocaban el tema de la separación, eso fué
algo que quedó claro desde el principio, lo de ellos era diferente.

Y hoy es su tercer aniversario. Se puso el vestido que había comprado
para esa ocasión, se miró nuevamente al espejo y le gustó lo que vio.
Llegó primero que él al punto donde se encontraban siempre, su lugar
secreto como les gustaba decir, esperó unos minutos y allí estaba, son-
riéndole y saludándola con discreción.

¿Donde te apetece ir? le preguntó. No sé, demos un paseo por la playa
y hablemos. Y hablaron, sobre todo él, le contó del trabajo, de lo mal
que iba la hija en sus estudios, de las obras del vecino, de que necesi-
taba cambiar las ruedas del coche, de los fichajes de futbol, de tantas
cosas.

Pero... ¿por que no me felicita? hoy es mi cumpleaños y nuestro ani-
versario. Le había comprado un detalle para recordar este día pero
no se atrevía a darselo. ¿Y si no se acuerda?, así que dejó que él
siguiera hablando y contándole todas aquellas cosas que hacía rato
ella habia dejado de escuchar.

Llegaron de nuevo al punto de encuentro, al momento de despedir-
se hasta el día siguiente. Nos vemos mañana, dijo él. Claro que sí,
como siempre, contestó ella. Miraron hacia todas partes y al com-
probar que no había nadie se dieron un beso rápido, apenas rozar
lo labios.

Hasta mañana entonces, sí, hasta mañana. Ella se quedó miran-
do como se alejaba, apretó su bolso contra su cuerpo aplastan-
do el detalle que le había comprado y que no le había dado. Vio
como su ilusión, su hombre ideal se iba y en ese momento se dio
cuenta que era para siempre.

Se le rayaron los ojos, su hombre soñado se había convertido en
un marido y ya tenía uno. Se secó las lágrimas, respiró hondo y
pensó que ahora tenía otra fecha que recordar, la del día en que
terminó "su vida de ilegalidad....."

M.A.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Vida de ilegalidad

Hoy cumple 50 años, se miró al espejo y se encontró bien , apenas
unas pequeñitas patas de gallo, pero nada por lo que preocuparse.
Quizás un par de kilitos más, pero estaba contenta con su aspecto.

Hoy también será su tercer aniversario de lo que ella llamaba "su
vida de ilegalidad". Se habían conocido el dia de su 47 cumpleaños,
cuando ambos comenzaron un curso de Informática para mayores.

Hoy cumplo años, le comentó por decir algo. Pues eso habrá que ce-
lebrarlo, cuando acabe la clase te invito a lo que quieras. En ese mo-
mento, se fijó mejor en ese hombre que le sonreía, no era guapo pe-
ro tenía una mirada muy bonita y al reir, sus ojos se le achinaban.
Él le habló de su trabajo, de su familia, de sus hobbies, de sus inquie-
tudes. Escuchaba con atención como aquel hombre al que acababa de
encontrar se abría a ella como si se conocieran de toda la vida. Así que
también le contó de su marido, de su hijo, de sus obligaciones, de todo
lo que se le ocurrió.

Los dias pasaban y las conversaciones despues de clase se iban alargan-
do, un dia un café, otro a una tienda, un paseo, unas risas, hasta que se
dieron cuenta que estaba surgiendo algo que no sabían o no querían sa-
ber que era.

Me atraes mucho, me siento muy bien contigo, creo que me estoy ena-
morando, le soltó de golpe. Eso no puede ser, es una locura, ambos esta-
mos casados, no debemos seguir por ese camino, le dijo ella tratando de
convercerle y convencerse.

Pero siguieron, cada día se prometían que sería el último que estarían
juntos, pero al dia siguiente volvían a verse. Robaban horas a la legali-
dad y se sentían felices, la ilusión había vuelto a sus vidas, eran solo
ellos dos, sin hablar del pasado y sin hacer planes de futuro.


No quería hacer comparaciones con su pareja, pero ......

(Continuará mañana....)

M.A.

martes, 1 de septiembre de 2009

Recuerdo


Tu recuerdo me acuna en
brazos de ternura.
Tu recuerdo es la fuerza
que me hace sentir.
Tu recuerdo grabado a
fuego en mi alma.
Tu recuerdo me mata y
me hace vivir.

M.A.

viernes, 28 de agosto de 2009

Malas, malísimas

El cine está repleto de malos malísimos, excelentes actores
en grandiosos papeles donde interpretan a los personajes
más malvados que nos han hecho estremecer de miedo o
de rabia.

Desde luego es imposible nombrarlas a todas, pero me gus-
taría recordar a algunas malas malisímas que tambien las
ha habido y que al menos para mi, quedarán en la historia
del cine para siempre.

Tal vez debo empezar por Bette Davis quien quizás por su
peculiar físico bordaba como nadie la maldad, solo hay que
verla en La Loba, La Carta o ¿Que fué de Baby Jane?.

Y una excelente Barbara Stanwyck, a pesar de no ganar
nunca un Oscar, algo incomprensible, está magnífica en su
papel en Perdición.

No me puedo olvidar de la dulce Anne Baxter en la estu-
penda Eva al desnudo, un rostro angelical y una ambi-
ción desmedida.

Y quien no recuerda a la malvada ama de llaves de la pelicu-
la Rebeca, interpretada por Judtih Anderson.

En cine mas reciente, tenemos a Louise Fletcher, la temi-
ble enfermera de Alguien voló sobre el nido del cuco o
a Kathy Bates la fanática de Misery o la siempre perfecta
Judi Dench en Diario de un escándalo.

Quiero que entre mis malas figure una gran actriz española,
Irene Gutierrez Caba, la tirana y represiva madre de la
La casa de Bernarda Alba.

Podría nombrar a muchisimas mas, pero lo dejo aqui para
que quien lea esto y le guste el cine, busque en su memoria
otras malas malísimas, seguro que tiene su preferida......

M.A.

lunes, 24 de agosto de 2009

Palabras que dañan

Vicente Aleixandre dijo: "No hay palabras feas o bonitas; no
hay mas que palabras vivas y palabras muertas".

¿Pero conseguimos alguna vez matar una palabra que nos ha
herido? ¿Logramos acaso olvidar lo que tanto daño nos hizo?

El dolor fisico desaparece en unas horas, en unos dias, pero el
dolor que nos atraviesa el alma cuando nos han dicho una pala-
bra hiriente, nunca se va. Creemos que la hemos olvidado, si,
pero en algún momento vuelve a nuestro recuerdo, abriendo
una herida que tontamente ya creíamos cerrada.

Y no hace falta que te la griten, basta que te la susurren al oido.
Y no hace falta que te la repitan, basta conque la digan una vez.

Y todos, sin excepción, sabemos donde herir y como. Tenemos la
facultad de encontrar la palabra adecuada para hacer el mayor
daño posible.

Por eso, debemos tener cuidado con lo que decimos en un momen-
to de rabia, de enfado. Porque contra lo que se dice, las palabras,
al menos las que dañan, no se las lleva el viento, nunca.

Una vez sueltas ya no podemos atraparlas, aunque pidamos discul-
pas, aunque roguemos perdón, ahi quedarán para siempre y no
lograremos que regresen.....

Juan Luis Vives dijo: "No hay espejo que mejor refleje la imagen del
hombre que sus palabras".

M.A.

viernes, 21 de agosto de 2009

El chasquido

Ella, lo miraba de reojo, le contaba las copas que lleva-
ba encima, iba por la sexta.. ¡¡Seis copas!! pensó y aún
nada ¿cuantas mas necesitarás?.

El, se limitaba a mirar la botella, apurar la copa y esperar,
no, aún no, quizás con la próxima...

Se levantó, apagó el televisor ante las protestas de ella,
"maldito borracho" ¿cuantas mas necesitarás?.

Solo deseaba que nada le distrajese, debía estar muy
atento. Fué hacia la ventana, la bajó, no quería que el ruido
de la calle pudiera fastidiar su noche. Miró por ella, nada,
no había nada, calles de esperanzas oscuras, mojadas de so-
ledad, quizás con la próxima...

Cogió otra botella, otra copa,"¡¡déjalo ya!!", no, aún no,
¿cuantas mas necesitarás?

Se dejó caer en el sofá, cerró los ojos, buscó en su pasado,
en su presente.¿ Cuando lo oyó por primera vez y por que?
ya daba igual, solo sabía que lo necesitaba y no llegaba,
quizás con la próxima....

Ella, lo miró y pensó, que fué de aquel hombre de quien se ena-
moró, quien era ese extraño que miraba una botella de vino
casi vacía , aferrado a una copa y esperando ansioso lo que
deseaba oir...¿cuantas mas necesitarás?.

El, la vió alejarse como cada noche en los últimos años, ya era
una desconocida, no hablaban, no reían, solo vagaban por la
vida procurando evitarse. Nada importaba, nada deseaban
y de repente allí estaba, "chack", sintió como el cerebro se le
estremecía, como su mente flotaba, todo se oscurecía, no
sentía, no pensaba, no recordaba, le costó unas copas mas es-
ta noche pero por fin ya estaba donde quería.....

M.A.

martes, 18 de agosto de 2009

¿Quieres un café?

Adoro el cine, siempre me ha gustado, desde esas peliculas
en blanco y negro de los años que ya ni me acuerdo, donde
los malos ponían caras que daban tanto miedo, Robert Mit-
chum en "La noche del cazador" y ellas eran tan hermosas,
Rita Hayworth en "Gilda" por poner algún ejemplo.

Aquellos decorados de oasis, selvas, desiertos, tan falsos pero
que no importaba porque nos trasladaban a todos los sitios, a
mil aventuras, donde soldados romanos o piratas o vaqueros
nos tenían pendientes de vencer a los malos y salvar a la
chica.

El cine de ciencia ficción, el de autor, los musicales, la come-
dia, el drama, los estupendos efectos especiales del cine de
nuestros dias, cada pelicula en su época por supuesto.
Casi todas me han gustado, bien por su tema o su fotogra-
fía o la interpretación de sus actores, les he encontrado algo
que me ha satisfecho.

Pero hay una cosa que no logro entender y es cuando en
muchas peliculas en los momentos mas difíciles o de ten-
sión les ofrecen un café.

El protagonista está en el hospital donde acaba de llegar por-
que su esposa tuvo un accidente y se está muriendo, está
destrozado y los nervios le pueden, llega el amigo y le
dice: "¿quieres un café?".

En otra, la madre está esperando en la casa a ver si el gober-
nador le conmuta la pena de muerte a su hijo, el reloj avanza
y apenas faltan unos minutos, el telefono no suena, la madre
se desespera y llega la vecina y le dice:"¿quieres un café?"

No se que tendrá el café en las peliculas, pero desde
luego no debe ser cafeína ....

M.A.

jueves, 13 de agosto de 2009

Soledad

Me despertó el silencio, no estaba acostumbrado a eso.
Me siento en la cama tratando de escuchar y nada, ni
un sonido, ni una voz.

Tal vez era demasiado temprano, miré el despertador,
las diez ¿era domingo?, no, entonces donde estaba la
gente, los coches, la ciudad.

Me levanto, me asomo a la ventana, ni un alma, ni un
gato rebuscando en la basura, ni el piar de un pájaro,
ni siquiera hay olores, nada.

Soledad .....

Me visto, bajo por las escaleras llamando a los vecinos,
no responden, no puede ser, salgo, las tiendas vacías,
voy hacia el metro, no hay nadie.

Era imposible, no podía estar solo, cojo mi móvil, llamo
a todos, ni una respuesta, me asusto, me agobio, quiero
encontrar a alguien, necesito saber donde estan.

Corro de un lado a otro sin saber donde ir, toco puertas
que no tienen respuesta, grito pidiendo una ayuda que
nadie atiende, trato de tranquilizarme , pero no puedo,
me desespero, me aterro, vuelvo a casa.

Soledad ......

Me acuesto, lloro, rezo, no se que hacer, no puedo pensar,
no puedo respirar, si es una pesadilla quiero que acabe,
ya no sé si estoy dormido, ni siquiera si estoy vivo.....

M.A.

lunes, 10 de agosto de 2009

Todo al 70% menos, excepto......

Al conectar mi móvil esta mañana, recibo un sms de mi amiga Cárol,
llámame enseguida, es urgente. Me preocupo y la llamo lo más rápido
que puedo, ¿que pasó?, se ríe, nada, que hay una tienda en el centro
comercial que ha puesto todo con el 70% de descuento. Te voy a bus-
car y vamos, me dice de lo más emocionada. Me lo pienso un poco pe-
ro la tentación es grande, de acuerdo ven sobre las once.

Llegamos a la tienda y por la cantidad de gente que había, cualquiera
diría que más que el 70% menos lo que estaban era regalando la ropa.

Entramos, pregunto a una dependienta si efectivamente todo está a ese
precio, sí todo, excepto lo de nueva temporada.

Nos adentramos en aquella jungla de personas, de perchas, de ropa por
todas partes ¡¡ un caos !! pero era el 70% menos.

¡Uff! que locura, pensé, pero si las mujeres somos capaces de trabajar den-
tro y fuera de casa, de dar a luz niños de tres kilos, de encontrar todo lo
que nuestras parejas o hijos jamás ven, estamos preparadas para enfren-
tarnos a un 70% menos.

Trato de buscar una falda, no encuentro mi talla, pregunto a una amable
pero ya agotada dependienta,¿no tendrás la 38?, lo siento, solo queda
lo que está ahí y me señala aquella tonelada de blusas, pantalones, fal-
das, todo mezclado como una enorme macedonia textil. No me rindo, sigo
buscando y bajo toda esa montaña la veo, una preciosa blusa, que sea mi
talla por favor, lo es, solo falta probármela. Me dirijo a la zona de probado-
res, hay una cola esperando de unas quince personas, no me importa, todo
sea por el 70% menos.

Por fin me toca un probador, entro abriéndome paso entre otro montón de
ropa que van dejando alli dentro, me la pruebo, perfecta, me pongo muy
contenta, miro el precio, 42 euros menos el 70%, se queda en unos doce
euros, sonrío, vale la pena toda esta locura.
Salgo y la cola para pagar es grande, calculo y debe haber unas veinte per-
sonas, pero da igual, la compra merece la espera.

Llego a la caja, saco mis doce euros con sesenta y no comprendo cuando
la cajera me dice: 42 euros, queeeee, nooooo ¿y el 70% menos?, lo siento
señora, pero esta blusa es de nueva temporada, pero estaba en la zona
de rebajas, le digo, es que la gente mezcla todo, me dice.

Miro tras de mi, ya se ha formado otra cola esperando a pagar, saco la
tarjeta, pago los 42 euros, salgo de aquella locura, me siento fuera espe-
rando por mi amiga, abro la bolsa, miro la blusa y pienso que he perdido
dos horas comprando algo que mañana compraría en 10 minutos.

La próxima vez que Cárol me diga de 70% menos, le contestaré que no,
mejor me quedo en casa leyendo "Bitácoras".....

M.A.

viernes, 7 de agosto de 2009

Las vacaciones

¿Que es todo ese alboroto? ¿por qué se levantan tan temprano hoy?
Mejor me quedo aqui acostado, no sea que les dé por sacarme tan
pronto y a estas horas no encontraré con quien jugar.

No encuentro la maleta azul ¿donde la pusiste? no se, mira en el
trastero, ya miré y ahí no está, quizás encima del armario.

¿Que será una maleta? ¿para que sirve? ¿por que estan tan enfa-
dados?. Mejor me vuelvo a dormir, estan muy ocupados y no creo
que vayan a pasear.

Dale de comer, no quiero, dale tu, en cuanto oiga el cazo con la comi-
da se levantará, no quiero verlo, no seas tonta, ya lo hablamos.

¿Eso que suena no es mi comida? ¿ya es la hora de comer? Mejor me
levanto y averiguo.... ¡¡ siii, es la comida !!!.

No te olvides de meter el parasol y la nevera pequeña, si, si, ya tengo
todo, el bolso y las toallas, creo que llevamos mucha ropa.

¿Por qué me han puesto tanta comida hoy? ¿será que el paseo va a ser
mas largo? Mejor me la como toda y con suerte me pondrán mas.

Se nos hace tarde, date prisa, tranquilo que la playa no se irá, ya lo se
pero nos quedan muchas horas de carretera, anda cógelo de una vez.

¿Playa, que es playa?¿por eso me dieron tanta comida?¿es que en ese
sitio llamado playa no hay? Mejor me siento al lado de la puerta, ya nos
vamos de paseo.

¡¡Cuanto tráfico!! y aún tenemos que desviarnos, nos quedan muchos
kilometros todavía. Ya casi estamos, este es un buen sitio, pero yo no
pienso bajarme, te encargas tú.

¿Por qué paramos ahora? ¿esto es la playa? no está mal, hay muchos
árboles, pero no hay nadie, no hay casas, ni personas, nada ¿por que
bajan mi comida? ¿por qué quieren que corra? ¿por que se van y me
dejan aqui? Mejor voy tras su coche, pero van muy deprisa, no pue-
do alcanzarlos, ladro lo más fuerte que puedo pero no me oyen, ya no
les veo, no puedo correr más, estoy cansado.......

(Cada año por estas fechas, se abandonan miles de mascotas, princi-
palmente perros. Tengamos un poco más de conciencia y cariño.)

M.A.

martes, 4 de agosto de 2009

Mis Messengers

Hace unos años y para superar aquello del síndrome del
"nido vacío" entré en el desconocido pero fascinante mun-
do de internet. Todo lo que iba descubriendo me encanta-
ba, aunque no me atrevía a explorar mas allá de lo que la
paciencia de mis hijos me explicaba una y otra vez.

Si te abres una cuenta de hotmail, podrás hablar con gente
que conozcas, me dijeron. Asi que lo hice, abrí la cuenta y
me agregaron las tres amigas que por esa época también
empezaban en esto del ordenador.

Era divertido, a veces hablaba con una, incluso con las tres
al mismo tiempo. Pero los contactos fueron aumentando,
casi todo el mundo que conocía tenía cuenta y me agregaban
o les agregaba, asi que el abrir mi messenger a veces me
resultaba un poco complicado, pero salí adelante.

¿No tienes cuenta en Yahoo? me preguntaron un día, pues no,
deberías abir una. Así lo hice, ya tenía dos messengers y la co-
sa se liaba un poco mas. Había momentos en que las pantallas
con "Holaaaaa" o con caritas graciosas que me saludaban con
su manita surgían sin darme tiempo a responder.

Holaaa.... espera.... hablo por otro lado... que tal estas.... ya...
un segundo...ya vuelvo... que decias.... perdona no era para ti ...

Además, casi todos los dias, recibo invitaciones para Facebook o
H5 o MySpace o ..... ¡¡ socorroooo !! no puedo escribir tan de-
prisa.

Personas a las que hace siglos que no veo, me preguntan
por otras que ni siquiera recuerdo si estudiaron conmigo, así
que tratando de no parecer que los años hacen mella en mi me-
moria y con el icono mas sonriente que encuentro, me despido
diciendo: "Perdona, tengo que salir, ya hablamos en otro mo-
mento, un abrazo".

Cierro mis messengers y desconecto el ordenador mientras mi
cabeza da vueltas tratando de recordar como se llamaba esa niña
que se sentaba en el pupitre de al lado.......

M.A.

sábado, 1 de agosto de 2009

Palabras


Siento que vivo en ti,
que mi sed calmo con tus besos
y que tu piel alimenta
cada rincón de mi cuerpo.

M.A.

jueves, 30 de julio de 2009

Tarta de cumpleaños

Hoy es mi cumpleaños y me han regalado la tarta mas hermosa
que he visto en mi vida.

Al probarla, me di cuenta que no lleva ni harina, ni huevos, ni
leche, ni chocolate...

Asombrada y curiosa por no poder descubrir de que estaba he-
cho algo tan delicioso, pregunté por la receta.

Es muy fácil de hacer, me dijeron. Se coge una parte de cariño,
otra de amistad, un poquito de amor, unas cucharaditas de
felicidad. Se coloca todo en un cuenco grande de buenos deseos,
se mezcla y se mete al horno para que cueza bien y dure por
lo menos un año entero.....

Gracias a todos.

M.A.

martes, 28 de julio de 2009

Mi cafetería

Creo que todos tenemos un sitio especial que recordaremos siempre
por lo felices que fuimos en el.

Hoy descubrí con tristeza que ha cerrado una de las cafeterías mas po-
pulares de mi juventud. Otra victima de la crisis, dicen.
El local, tenía todo lo que nos gustaba, una terraza accesible con bellos
jardines y de la que gracias a nuestro clima, podíamos disfrutar todo el año.

Comenzamos a ir allí desde jovencitas. Aún recuerdo los escarceos amis-
tosos con los chicos que venían de la peninsula a cumplir su servicio militar
a la isla. Con el temor de nuestros padres que nos enamoráramos, nos ca-
sáramos y nos llevaran a vivir lejos. No fué mi caso, pero si el de buenas
amigas que aún hoy en día viven en Madrid y Sevilla. Casi todos los solda-
dos decían lo mismo, que echaban de menos a su familia, que acento mas
dulce "teneis", que buen clima, el mar, el Teide.

La cafetería fué testigo de declaraciones de amor, de miradas de complici-
dad, de peleita de enamorados, de su respectiva reconciliación, también de
alguna ruptura con lágrimas incluida.
Allí celebramos los aprobados de las temibles reválidas, el ingreso a la Uni-
versidad, festejamos cumpleaños y brindamos cuando por fin y despues de
muchos nervios y rezos a todos los santos, se aprobaba el carnet de conducir.

Tardes de canciones acompañadas por las guitarras de Carlos y Guillermo.
Cuantos "sapo de la luna" o "cotton fields" o el homenaje desde el Atlántico
al "Mediterráneo" de Serrat, los Beatles, Elvis... Todo menos Isas y Folías,
eramos demasiado jovenes y modernos para eso.

Gracias a Don Pepe, un magnífico camarero quien sin salir nunca de aqui,
lograba entender y entenderse con cualquier nacionalidad que sentara allí.
Y a Don Paco que a pesar de llamarme siempre "pecosa", lo que sabía me
hacía enfadar muchisismo, nos dejaba estar sentadas durante horas con
solo consumir un par de cortados.

Estoy segura que ambos desde el sitio donde se encuentran ahora, se
reunen para recordar con tanto cariño como lo hacemos nosotras, todos
esos años de juventud irresponsable pero feliz. Gracias...

M.A.

miércoles, 22 de julio de 2009

Pintar un buen cuadro

No hace falta ser un gran escritor para expresar lo que sentimos
como tampoco hace falta ser un estupendo pintor para realizar
un buen cuadro.

Así que primero pon en tu paleta los colores de tus recuerdos, es-
coge colores vivos, alegres, intensos. Evita los oscuros, los tristes
los amargos. Luego un lienzo transparente, donde puedas ver
el interior de tus sentimientos.

Dibuja, pinta, disfruta con cada brochazo, moja el pincel en tus mo-
mentos de felicidad, de alegría y verás como el cuadro va cobrando
vida. Lo que creías simple se convierte en espectacular porque el
secreto está en rescatar las cosas buenas que pensabas olvidadas
y olvidar las cosas malas que no sirven para nada.

Ahora busca un marco sencillo ya que la vida, aunque no nos demos
cuenta, está llena de cosas simples que si sabemos apreciarlas son
las que nos ayudan a superar el dia a dia.

Y por último, cuélgalo en el lugar mas importante para ti, donde pue-
das verlo cada vez que lo desees. Donde refugiarte cuando a tu men-
te, a tu corazón lleguen esos momentos en que necesites un empujon-
cito para seguir adelante.....

M.A.

Ave del Paraiso



Este es un detalle (macro) de la foto que tomé de una de las flores mas
bonitas que se dan en mi tierra, Tenerife.

El nombre correcto es STRELITZIA REGINAE, pero también se le co-
noce como Ave del Paraiso, seguramente por su colorido y forma de pi-
co.

Aunque originaria de Sudafrica, lleva muchisimos años cultivándose en
las Islas Canarias. Y es muy apreciada como ornamentación floral,
tanto por sus colores como por su duración una vez cortada.

Espero que les guste.
M.A.

sábado, 18 de julio de 2009

La Mentira

Mentir, es faltar a la verdad siendo conscientes que lo hacemos.

Hay muchas clases de mentiras, las mal llamadas piadosas que
las decimos creyendo que así hacemos el menor daño posible.
Quien no se ha encontrado alguna vez con alguien que no ha vis-
to en años y a pesar de parecerle muy mayor, dice: "Que bien
estás, por ti no pasa el tiempo". O va a conocer al bebé recien
nacido de una amiga y aunque parezca un viejito arrugado y feo,
dice con el tono mas convincente posible:"Que bebé tan lindo".

Pero luego, estan las otras, las mentiras que hacen daño, las que
se inventan solo con ese fín y hay personas realmente expertas
en esa materia. Disfrutan creando una historia lo mas retorcida
posible, la van dibujando con todos los detalles para así hacerla
creíble. Y no les importa el daño que pueden causar, las amista-
des que pueden romper o lo enorme que puede llegar a volverse
cuando va pasando de boca en boca.

No les importa porque viven para eso, es su mundo y es ahi donde
se sienten escuchados, realizados, felices. Y lo mas penoso es que
siempre encontrarán a quien les crea.
Es triste descubrir que alguien te miente, pero es mas triste saber
que esa mentira ha hecho un daño muy grande y que por mucho
que intentemos taparla con la verdad, ya no es posible...

Solo aquel que miente, siempre creerá al mentiroso...

M.A.

jueves, 16 de julio de 2009

Palabras

Sabes a mar y a sueños,
sabes a todo lo que anhelo,
puedo escuchar tus silencios,
puedo soñar tus besos...

M.A.

sábado, 11 de julio de 2009

La Amistad

Una vez leí que la amistad es una cajita de cristal donde guardar tus
pensamientos, miedos, sentimientos, recuerdos, cariño y amor.
Y como es de cristal, es muy frágil. Cualquier cosa puede arañarla,
incluso romperla.

Por eso debemos ser cuidadosos con ella. Tratarla no solo con cariño,
sino con respeto, comprensión, paciencia...

Los amigos y amigas, van y vienen a lo largo de nuestra vida. Muchos
los conservamos siempre, desde la niñez hasta el final de la vida. Pe-
ro otros, aunque nos dejan una profunda huella, pasan de manera fu-
gaz.

Para mi, tanto los unos, como los otros, son importantes. Porque cada
uno de ellos, en algún momento de nuestra amistad, me dió lo que
necesitaba en ese instante y es por eso que siempre formaran parte
de mi corazón y de mis recuerdos.

A todos y a todas, gracias por estar en mi vida.

M.A.